Los cinco pasos de Ray Dalio para el éxito

iDiMi—Los cinco pasos de Ray Dalio para el éxito, estudiar y aplicar
  1. Fijar objetivos claros.

(1) Priorizar. Con deseo fuerte puedes lograr casi todo, pero las oportunidades chocan y algunas no vuelven. No se puede tener todo. Piensa a un nivel superior, mantén los principios y elige lo óptimo.

(2) No confundir objetivos con deseos. El objetivo es la sustancia; el deseo, la apariencia. Identifica lo que realmente quieres para ignorar la vanidad. Un buen objetivo crea valor —no es la gratificación inmediata (snacks, entretenimiento). Solo al clarificar lo que de verdad quieres puedes conciliar objetivos y deseos.

(3) Cree en la capacidad humana. No rechaces una meta porque parezca difícil ni porque otros digan que es irreal. Los grandes sueños forjan grandes capacidades. El programa lunar o marciano parece poco rentable, pero su búsqueda genera tecnologías, materiales y productos útiles.

(4) Anticipa obstáculos. Si todo es demasiado fácil, la meta es pequeña. Los reveses son inevitables. Mantén la calma, apertura y flexibilidad. Todos los caminos llevan a Roma: si uno se bloquea, toma otro. Persevera sin tozudez ciega.

  1. Identificar problemas que bloquean las metas. Apuntar a la Luna empieza en la Tierra. Hay que superar la gravedad terrestre y lunar, la falta de oxígeno, etc. Los problemas subyacen a todo sueño; ignorarlos no sirve. Ve con claridad, razona globalmente, halla las leyes de fondo y aborda los problemas uno a uno.

  2. Diagnosticar y encontrar causas raíz. Tras aflorar problemas, piensa objetivamente. Evalúa capacidades y recursos —tecnología, capital, personas—. Conócete a ti mismo y tu contexto. Recaba aportes profesionales en la mayor medida posible.

Las tres primeras etapas: «cabeza en las estrellas, pies en la tierra». Luego, diseña un «plan de alunizaje» — y ejecútalo.

  1. Diseñar un plan practicable. Antes, inventaria recursos: qué es la meta, qué tienes, qué falta. Escríbelo como un guion: primero una trama imaginativa; luego tareas y plazos realistas, resolviendo costos, tiempo y equipos sobre la marcha. No busques un plan perfecto de una vez: consume tiempo. Surgen problemas en la ejecución y el plan debe adaptarse. Aplica 5W (quién, qué, por qué y cuándo) para que todos entiendan el plan y su rol.

  2. Llevar el plan hasta el final. Un plano bonito sin ejecución es papel. Mantén disciplina y buenos hábitos, enfócate en resultados y —pese a los obstáculos— llévalo hasta el final.

Practicando estos cinco pasos, recuerda: personas y organizaciones tienen debilidades. Por la «teoría del barril», el resultado lo limita la duela más corta. Afronta debilidades con humildad y apertura. O las superas tú mismo o te complementas con otros. Dos caminos conducen al éxito: poseer los elementos necesarios u obtenerlos de otros.

Video oficial de Bridgewater que explica el proceso en cinco pasos

Publicado el: 14 de may de 2019 · Modificado el: 12 de dic de 2025

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