Invertir exige determinación estratégica
La guerra comercial entre China y Estados Unidos sigue sin un final claro. Se suma el pulso EE. UU.–Irán, el choque Japón–Corea y las protestas en Hong Kong, y el panorama global parece tormentoso. Las bolsas suben y bajan como una montaña rusa; muchos amigos pierden la calma, venden barato, recompran caro y elevan su precio medio. Quieren salir del mercado pero no se atreven. ¿Cómo mantener la serenidad ahora?
Primero, entiende el contexto macro. La guerra comercial comenzó en enero de 2018. Cuando Trump elevó del 10 % al 25 % los aranceles sobre 200.000 millones de dólares en importaciones chinas (11 de mayo de 2019), el índice de Shanghái se desplomó 5,58 %, como si la economía fuese a derrumbarse de inmediato. El 29 de junio, en Osaka, ambas partes reanudaron las conversaciones y enfriaron nuevas tarifas. El 1 de agosto la Casa Blanca anunció otro 10 % sobre los 300.000 millones restantes y el índice apenas cayó 1,41 %. Ayer Wall Street cayó fuerte, pero los tres grandes índices A-shares cerraron al alza. El mercado ya se prepara para una guerra larga; cuando todos están listos para resistir, el giro se acerca.
Segundo, mira las empresas, no el índice. Muchos culpan sus pobres resultados al “mal ambiente” o al “escaso efecto riqueza”. Pero ¿de dónde vienen los beneficios: del vaivén del mercado o del progreso de los negocios que poseemos? Para el inversor en valor, siempre cuenta la compañía. Warren Buffett compró Coca‑Cola en 1988, jamás la vendió y ha ganado más de 18.000 millones de dólares. En tres décadas, la economía mundial vivió incontables ciclos. Buffett no apostó al macro; apostó a la junta de Coca‑Cola. Los grandes empresarios brillan más cuando el entorno aprieta y revelan su valor al accionista.
Por último, el inversor debe cultivar su propia firmeza estratégica. Los políticos y líderes empresariales que superan a sus rivales comparten esa capacidad: comprender los patrones de largo plazo, mantener la cabeza fría y decidir con coherencia. Confucio lo expresó así: “Cuando sabes dónde detenerte, puedes ser firme; con firmeza llega la calma; con calma llega la seguridad; con seguridad llega la reflexión; con reflexión llega el logro”. Con determinación, uno no se altera, piensa en el todo y responde con criterio. Cualquiera que quiera batir al mercado necesita esta fortaleza.
Una risa ante el mar inmenso, mareas que chocan en ambas orillas
Flotando y hundiéndose con las olas, solo cuenta el hoy
El cielo ríe, los torrentes del mundo se cruzan
Quién pierde, quién gana, solo el cielo lo sabe
Las montañas ríen, envueltas en bruma
Las olas barren el polvo mundano y sus bellezas
La brisa ríe, casi en silencio
Queda un último destello de pasión en la luz del ocaso
La gente ríe, ya no está sola
La pasión sigue ahí, riendo una y otra vez
La…
Publicado el: 15 de ago de 2019 · Modificado el: 20 de nov de 2025
