Un principio de confidencialidad ponderado por los intereses
Al leer Principles de Ray Dalio me llamó la atención su invitación a construir una cultura radicalmente abierta y transparente en la empresa para que la información fluya y los problemas se debatan ampliamente. Pero los negocios son un campo de batalla y la información decide al vencedor. En una época en la que los datos se obtienen por múltiples vías y corren a toda velocidad, ¿cómo mantenernos lo bastante abiertos para operar con eficiencia sin volvernos transparentes para el enemigo?
Guardar secretos ya es difícil en esta era de transparencia. Si encima somos nosotros quienes alardeamos de los secretos, terminamos como peces en una pecera. Solo limitando la información confidencial a círculos unidos por intereses comunes podremos protegerla al máximo. Pensemos en la empresa: es una organización con ánimo de lucro, de modo que los accionistas son los beneficiarios finales; poseen el mayor derecho a saber y, al mismo tiempo, la motivación más fuerte para guardar silencio. La dirección define y ejecuta la información clave y comparte los beneficios, por lo que también tiene la responsabilidad directa de protegerla.
La seguridad y la inteligencia han sido enemigas eternas. Allí donde aparece una agencia de seguridad, surge otra de inteligencia. Las series de espías ya han demostrado hasta dónde puede llegar tanto la defensa como el robo de secretos. Conviene darle la vuelta a la ecuación y preguntarnos cómo mantenernos herméticos frente a los embates constantes del adversario.
La confidencialidad no se limita a hechos ya consumados, sino también a ideas que todavía no se han materializado. Proteger una idea es aún más importante —y más sencillo— que guardar un hecho pasado, porque solo existe en tu mente. Es como los “murofacers” de El problema de los tres cuerpos: aunque los trisolarianos puedan vigilar cada palabra y cada gesto humano mediante los sofones, no pueden leer los pensamientos.
Al final, el punto más esencial de la confidencialidad es forjar un carácter sereno y discreto. Nunca esperes que alguien que presume a cada paso sepa guardar un secreto.
Publicado el: 19 de nov de 2025 · Modificado el: 19 de nov de 2025